Hoy, en tono de humor y como suplemento de la Revista TXT, el diario Barcelona -una solución europea para los problemas argentinos-, pag. 3, titulan: "Dicen que el acuerdo con el FMI no sería tan de centro-izquierda. Aunque sostienen que "es maravilloso" y "muy progresista", en el Gobierno advierten que tal vez sea un poco leonino". Y grafican como sigue:
"Es notable el manejo de marketing mediático que tienen los muchachos K. Hacen aparecer como progresista el Presupuesto 2004 y el acuerdo con el Fondo, cuando en realidad es tan conservador que Carlos Pellegrini y los chicos de la generación del ´80 aplaudirian de pié". Asi comentaba la semana pasada mi amigo OsvaldoB; dueño de una memoria paquidermitosa, una capacidad de análisis aguda, y una fina e hiriente ironía para la síntesis. ¿A que se refería?: "El acuerdo establece taxativamente un congelamiento en los sueldos públicos, un dato que sin duda servirá como pauta indicativa para el sector privado. Así, aun con la leve recuperación económica, los sueldos prometen seguir por el subsuelo. El congelamiento del gasto, por otro lado, confirma una cosa: ni Economía ni el Fondo Monetario tienen proyectado un aumento en los haberes jubilatorios.
Por el contrario, los trabajadores con ingresos fijos podrían sufrir una reducción de su poder de compra a causa de la mayor inflación esperada para 2004. Roberto Lavagna habló del 10% anual y la carta menciona una inflación de entre 7,5 y 11%." (Clarín, domingo 14/09)