Siempre el humor...que permite sintetizar la realidad mucho más que los discursos.
La "soja-dependencia", un desafío para la economía
Daniel Fernández Canedo. .
"Ahora viene una buena cosecha y nos salvamos". Federico Luppi la decía en la última escena de la película Plata Dulce.
La plata dulce quedó muy atrás, pero la idea de que el campo salva se renovó con la soja.
El precio de la soja tocó esta semana el nivel más alto en seis años y se prevé un aumento de 7% en el área sembrada por la cosecha que viene.
Los productores festejan, la actividad regional también y el Estado se refriega las manos porque se asegura la futura recaudación.
Según los cálculos de Carlos Melconian, la soja explica 3.100 millones de los 4.000 millones que de dólares que aumentarán este año las exportaciones.
El economista dice que se trata de un billete de lotería premiado y que el buen resultado de la cosecha fue decisivo para que el Gobierno aumentase a 7% la previsión de crecimiento de este año.
La "soja-dependencia" es un tema de discusión y no sólo en el campo.
Un temor es qué sucederá cuando los precios del grano bajen, pero los expertos no lo ven a corto plazo.
Para la consultora MVA-Macroeconomía, el crecimiento de China y la India, fuertes compradores de la Argentina, y los problemas de clima en EE.UU. garantizan buenos precios para la próxima cosecha.
La soja está arrasando a otros cultivos y junto con el petróleo son los principales productos de exportación, y por lejos.
La entrada de dólares adicionales por la soja suplieron en parte la falta de ingreso de capitales a la Argentina.
Así, el Banco Central emitió pesos que sirvieron para aceitar la actividad económica de la primera parte del año.
También la suba de la soja permitió que el campo sobrelleve con relativo poco esfuerzo el 23% de retención que debe pagar cuando exporta.
Pero donde la "soja-dependencia" se hace sentir con intensidad es en la recaudación impositiva.
Por retenciones a las exportaciones, el Tesoro recaudará este año cerca de 9.000 millones de pesos. Una cifra enorme, indispensable e irreemplazable en el corto plazo, para poder cumplir los compromisos con el FMI.
Pero ni el alto precio de la soja ni las retenciones son eternos. En el Gobierno saben que las retenciones a la exportación, así como el impuesto al cheque, son transitorios. Pero tiemblan con sólo pensar que deberán dejarlos de lado.
El cheque de la soja está dando frutos y bienvenido sea, pero habrá que prever alternativas.
Sin bien son importantes, las exportaciones no alcanzan a mover toda la actividad económica.
Además, si a la Argentina le va bien habrá que esperar un dólar real (descontándole la inflación) más bajo que el actual, con lo cual habría que suponer que, salvo por no tener crédito, la exportación afronta hoy el mejor panorama posible.
La economía muestra signos de mejora, pero para el crecimiento falta crear las condiciones para que renazca el crédito y se expanda el consumo, dos condiciones que, pese a los esfuerzos, aún parecen lejanas.
Posted by HugoB at 18 de Octubre 2003 a las 06:03 PM