20 de Abril 2004

TEXTUAL

Cuando alguien expresa en palabras, con coincidencia plena, aquello que pienso, creo que lo mejor es directamente copiarle:

"El mundo me hizo así. No puedo cambiar", dice la canción que Diego eligió para llenar el estadio de música y mensajes en uno de sus retornos al fútbol. Las celebraciones que propició Maradona (que anoche mejoraba aunque seguía en grave estado), no fueron sólo futbolísticas en la Argentina.
El mayor ejemplo de la fiesta maradoniana, el partido contra los ingleses en el glorioso Mundial del 86, evidencia las dos caras de la máxima admiración que provoca. El segundo gol es una metáfora del talento que alegra: en ese jugar con la pelota emerge un jugárselas solo, con esa guapeza y lucidez que los argentinos amamos pero que practicamos sólo a veces. El primer gol propició, en cambio, una celebración semántica: lo que la sociedad festejó fueron sus palabras. Ese gol con la mano, el que rompió las reglas del juego, fue convertido según Maradona y como todos sabemos, por "la mano de Dios".
Y aunque así no vale jugar al fútbol, la Argentina en masa aplaudió de pie la finta discursiva. La canonización popular lo puso entre algodones y la sobreprotección no evitó la autodestrucción. La Argentina lo hizo así.
A esta fantasía colectiva del Diego contribuimos también los periodistas. Algunos por puro oportunismo. Otros, por esa reacción química que él despierta y que encierra a la vez admiración, debilidad y amor por el último ídolo.
Diego fue la estrella de aquel programa de Sol sin Drogas y todos sabían, sabíamos, que no era el suyo el ejemplo de quien había derrotado el drama de la adicción sino lo contrario. Pero no importó. La beatificación popular de "Maradó" alimentó las obsecuencias colectivas y desvaneció los disensos necesarios respecto de sus acciones y reacciones.
El esquema se puede invertir para reflejar la lógica de la sociedad consigo misma. ¿Cuál es la razón de la enfermedad? El hábito de la exculpación, de la víctimización y de la celebración conjunta de las transgresiones es el fondo mismo de la enfermedad. (R.Roa, Clarín)

.... y terminar con las palabras.

Posted by HugoB at 20 de Abril 2004 a las 05:27 PM
Comments

plaf...plaf...plaf...
(aplausos)

Posted by: cesar on 20 de Abril 2004 a las 11:17 PM
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