A mitades de octubre dejé mi preocupación en un post ...(punto 3) sobre la seriedad de algunos anuncios. Pienso que es un error intentar "generar realidad" a través de constantes anuncios que los medios de prensa reflejen como buenas noticias. Es cierto que permiten ganar tiempo, mejorar el ánimo popular, incentivar el optimismo; pero no es menos cierto que la desilución produce en el humor colectivo una desazón díficil de canalizar. Y si esta desilución es ¡¡¡ otra más !!!, la situación puede tornarse grave. Es agregar incredulidad a una sociedad de incrédulos.
Ahora, aquel anuncio, se ve atravesado por la realidad. Aunque ya no es titular de tapa, sino en pag. 11: "el accidentado retorno del servicio...entre Buenos Aires y Posadas dejó al descubierto limitaciones..." ; "por el descarrilamiento de trenes de carga y el mal estado de la vías....los dos primeros viajes quedaron a mitad de camino y tuvieron que completar el trayecto en omnibus, con varias horas de retraso".
Os Paralamas cantan, con ironía, que "la vida está... en las antenas de TV"; y un viejo general decía que "la única verdad es la realidad".
Muchachos, no jodan. La cosa no da para creer que la ingenuidad es idiotez.